Hoy en día podemos decir que existen apps para móviles de todo tipo. Algunas son útiles, otras no tanto, pero siempre nos encontramos con algunos casos bastante particulares. En Estados Unidos, por ejemplo, se volvieron muy populares las aplicaciones que indicaban los lugares en los que se harían controles de alcoholemia.
De esta manera, los conductores que estaban con algunas copas de más podían hacer una “ruta de escape” a los controles. La mayoría de estas aplicaciones estaban destinadas al iPhone y al iPod Touch, y por eso el Gobierno norteamericano le pidió a Apple que prohíba dicha clase de programas en la App Store.
De esta manera, los desarrolladores de apps destinadas a avisar sobre controles de tráfico o alcoholemia ya no podrán distribuir el software a través de la tienda de aplicaciones de iTunes. Si bien la medida no ha sido bien recibida por algunos creadores de aplicaciones, no es desacertada ya que prioriza la seguridad.
Todos sabemos que es un verdadero peligro conducir después de haber ingerido alcohol, y está bien que no se fomente la irresponsabilidad. Hoy en día los usuarios de smartphones se han acostumbrado a manejar algunas de sus tareas más importantes a través de apps, pero eso no quiere decir que esté bien poner en riesgo la vida por culpa de ellas.
En casos así los desarrolladores de esta clase de apps encuentran canales secundarios de distribución, pero es una gran contra para ellos no tener el “apoyo” de una gran corporación (como Apple) para su difusión en el mundo.